Jeremias 45
Jeremias 45
¿Te dices Seguidor de Jesus?
¿Sabes el costo?
¿Que buscas?
Este capítulo cronológicamente hablando debería estar después
del capítulo 36. Es muy interesante como Dios de repente nos saca de una
historia y pareciera que no tiene nada que ver con lo que hemos hablado.
En el capítulo 36 aun Dios no había cumplido la promesa de
desolar la tierra de Israel.
Baruc era discípulo de Jeremías, Baruc fue quien escribió el
un rollo donde Dios hablaba fuertemente al pueblo, cuando le pregunta cómo fue
que lo escribió, el responde “el me dictaba de su boca todas las palabras”
Baruc comete algunos errores y Jeremías los hace evidente:
Baruc tiene miedo. Es posible que su dolor sea a causa de la
represión de sus amigos en capítulo 36 y 43:3. Como hijos de Dios los peligros
siempre estarán presentes, el problema realmente no es el miedo, pero confiar
en lo que puede pasar y no en aquel que nos ha llamado es ahí donde radica el
problema. Recuerda que Jeremías también tuvo miedo, pero el continuo adelante.
Cada problema o circunstancia que se nos presente, debemos recordar que Dios lo
usa como fortalecimiento, enseñanza, corrección, pero siempre es para bien
nuestro.
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea
hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, (1 Pedro 1:7)
Puso sus ojos en lo terrenal. ¿buscas para ti grandeza? Es la
pregunta del Señor. Es interesante que no se nos menciona que es esa “grandeza”
que Dios habla. Si nos ponemos a pensar un poco, quizás simplemente el miraba
todo aquello que podía perder o que no había ganado por seguir al Señor.
Quizás
no obtuvo la fama, más al contrario hubo represalias “estás haciendo complot” Cualquiera
que sea la razón, lo que el Señor nos menciona es claro, buscas “grandeza” si
se trata de grandeza espiritual debemos recordar “sino que el
que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mat 20:26) si
se trata de cosas terrenales, recordemos que “No os hagáis tesoros en la
tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;”
(Mat 6:19) Ante todas esas cosas, debemos recordar que en Jesus se encuentra
toda la plenitud, aquello que necesitamos está en él, nuestra plena satisfacción,
es difícil explicar o entender cuando no hemos probado plenamente de él, pero
recuerda que el anhelo que hay en tu corazón es muestra y evidencia de lo que él
puede ser.
21 Porque donde esté vuestro tesoro,
allí estará también vuestro corazón. (Mateo 6:21)
Por último y no menos importante, al contrario, creo yo es lo más importante.
Dios le dice a Baruc yo los edifique y ahora los destruyo, yo los plante y
ahora los arranco y a toda esta tierra. ¿Quién eres tú para que alterques con
Dios? ¿no es Dios el creador de todo? Baruc no entendió que ser el servidor de
Dios implicaba que ya no importaba lo que el sentía, más bien estaba a expensas
de lo que Dios haría ¿Por qué Dios mandaría desolación a la tierra donde Baruc vivía,
mientras que a él le tocaría prosperidad? Jeremías y Baruc tenía solo una
ventaja, estaban advertidos y podían prepararse para ello, si toda la ciudad
seria destruida, entonces no tenía caso pensar en comprar casa, si al final sería
destruido. Pensemos un momento en ello. Dios nos ha dado salvación en esta
tierra, ¿será acaso que Dios nos da vida y ahora somos los preferidos del
Señor? En mateo 7 Jesus dice que hay dos hombres; el prudente y el sabio, a
ambos la tormenta le llega, no hay tal cosa que somos inderrumbable, que nada
nos puede pasar, Pablo mismo en 2 corintios 4:8 nos habla de ello.
Dios es Dios y el hará según le plazca, su misericordia es mucha. A Baruc le
dice “vivirás” Una clase de rebeldía como la de Baruc debería ser castigada,
mas Dios misericordioso le da otra oportunidad.
Si queremos ser servidores de Dios, debemos entender lo que Jesus dice:
El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. (Juan 12:25)
Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en
el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios. (Lucas 9:62)
Me recordó un estudio que hice hace algún tiempo en el cual el Señor me hablo de que muchas veces no conocemos la verdadera intención de nuestro corazón al actuar, pensando que hacemos las cosas para el Señor porque es algo para su obra pero realmente lo hacemos para nosotros mismos. y me recordó salmo 19:12-13¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.Preserva también a tu siervo de las soberbias;Que no se enseñoreen de mí;Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
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